miércoles, 16 de diciembre de 2015

El  sindicato,  institución  que  ha  sido  tratada  ampliamente  por  la  Doctrina  social  de  la Iglesia, tanto en la teoría como en la práctica fomentando el asociacionismo sindical. Al sindicato  en  el  presente  se  le  plantean  importantes  interrogantes  en  torno  a  sus objetivos, finalidades y funciones.
El PSI reconoce la función desarrollada por los sindicatos de trabajadores, cuya razón
de ser consiste en el derecho de los trabajadores a formar asociaciones o uniones para
defender los intereses vitales de los hombres empleados en las diversas profesiones. Los sindicatos “se han desarrollado sobre la base de la lucha de los trabajadores, del mundo del  trabajo  y,  ante  todo,  de  los  trabajadores  industriales  para  la  tutela  de  sus  justos derechos  frente a los empresarios y a los propietarios de los medios de producción.

Las  organizaciones  sindicales,  buscando  su  fin  específico  al  servicio  del  bien  común,
son  un  factor  constructivo  de  orden  social  y  de  solidaridad  y,  por  ello,  un  elemento
indispensable de la vida social. El reconocimiento de los derechos del trabajo ha sido
desde  siempre  un  problema  de  difícil  solución,  porque  se  realiza  en  el  marco  de procesos  históricos  e  institucionales  complejos,  y  todavía  hoy  no  se  puede decir cumplido. Lo que hace más actual y necesario el ejercicio de una auténtica solidaridad entre los trabajadores.


http://www.laizquierdadiario.com/IMG/arton20006.jpg

Tomado de: http://corporacionjuridicaiustitia.blogspot.com/2015/10/como-formar-un-sindicato.html


OBJETIVO PRINCIPAL DE LOS SINDICATOS

Tomado de: http://concepto.de/justicia/


La doctrina social enseña que las relaciones en el mundo del trabajo se han de caracterizar por la colaboración: el odio y la lucha por eliminar al otro, constituyen métodos absolutamente inaceptables, porque en todo sistema social son indispensables al proceso de producción tanto el trabajo como el capital. A la luz de esta concepción, la doctrina social “no considera de ninguna manera que los sindicatos constituyan únicamente el reflejo de la estructura ‘de clase’, de la sociedad ni que sean el exponente de la lucha de clases que gobierna inevitablemente la vida social”. Los sindicatos son propiamente los promotores de la lucha por la justicia social, por los derechos de los hombres del trabajo, en sus profesiones específicas: “Esta lucha debe ser vista como una acción de defensa normal en favor del justo bien;  no es una lucha contra los demás.  El sindicato, siendo ante todo un medio para la solidaridad y la justicia, no puede abusar de los instrumentos de lucha; en razón de su vocación, debe vencer las tentaciones del corporativismo, saberse autorregular y ponderar las consecuencias de sus opciones en relación al bien común.


REALIDAD DE LOS SINDICATOS


Tomado de: https://www.youtube.com/watch?v=NfoUqq_DzYQ


El sindicato, además de la función de defensa y de reivindicación, le competen las de representación, dirigida a “la recta ordenación de la vida económica”, y de educación de la conciencia social de los trabajadores, de manera que se sientan parte activa, según las capacidades y aptitudes de cada uno, en toda la obra del desarrollo económico y social, y en la construcción del bien común universal. El sindicato y las demás formas de asociación de los trabajadores deben asumir una función de colaboración con el resto de los sujetos sociales e interesarse en la gestión de la cosa pública. Las organizaciones sindicales tienen el deber de influir en el poder público, en orden a sensibilizarlo debidamente sobre los problemas laborales y a comprometerlo a favorecer la realización de los derechos de los trabajadores. Los sindicatos, sin embargo, no tienen carácter de “partidos políticos” que luchan por el poder, y tampoco deben estar sometidos a las decisiones de los partidos políticos o tener vínculos demasiado estrechos con ellos: “En tal situación fácilmente se apartan de lo que es su cometido específico, que es el de asegurar los justos derechos de los hombres del trabajo en el marco del bien común de la sociedad entera, y se convierten, en cambio, en un instrumento de presión para realizar otras finalidades.

Historia de los Sindicatos